Una de las preguntas más difíciles para contestar -al menos de modo personal- es sobre los productos específicos que uso en mi rutina de cuidado. ¿Por qué? porque mi rutina no es siempre la misma durante todo el año, ni siquiera durante la misma estación.
Nuestra piel cambia constantemente: día a día pasamos por cambios que no notamos, pero que modifican su tolerancia y capacidad de defensa ante agresiones externas, como también cambia debido a la influencia de hormonas secretadas por nuestro cuerpo. Incluso nuestras emociones son capaces de afectarla, entonces ¿Por qué seguir pensando que la rutina es algo fijo?.
Lo que me suele servir para cuidar mi piel en verano, no suele tener el mismo efecto si lo uso en un ambiente de mucha calefacción, alta humedad, o frío extremo. Lo mismo va a suceder si uso en un clima cálido algo que me servía en un clima frío.
Cosas así suceden porque la piel tiene distintas necesidades, y es por eso que el consejo que más van a leer de mí es "Escuchen su piel". Aunque no les hable, si les muestra cuando algo sucede. Cuando estamos estresados y se pone opaca, o se enrojece...los granitos que aparecen cuando pasamos por episodios fuertes de estrés. Cuando la humectamos en exceso, miliums. Cuando no hacemos doble limpieza, puntos blancos y negros que se forman. Cada una de esas manifestaciones, es una palabra de nuestra piel: "ponme atención" dice.
Cambio de clima, cambio de hábitos
Otoño e invierno son épocas donde bajan las temperaturas, baja el índice de radiación UV y también donde aumenta el sedentarismo y las ganas de quedarnos en casa disfrutando de la cama calientita o la estufa. Pero a nuestra piel, todo eso le afecta. ¿Cómo? Vamos por parte.
Una vez que el clima cambia del calor del verano, los días poco a poco se van haciendo más fríos y comenzamos a acercarnos más a la calefacción de oficina o casa, lo que poco a poco comienza a resecar nuestra piel, creando un desbalance. Estos factores hacen que de repente, nuestra piel que estaba bien con nuestra rutina, de repente se vaya sintiendo un poco más seca o tirante, las mejillas comienzan a enrojecerse de la nada, los labios se parten, la piel se descama, quienes tenemos piel propensa al acné, experimentamos brotes -sin explicación, por lo que creemos en ese momento- o la piel nos duele o se "parte" especialmente si sufrimos de eczema o dermatitis atópica.
El frío hace que los poros de la piel se contraigan más de lo usual, lo que provoca que el sebo se vaya reduciendo progresivamente. El sebo cumple una labor protectora en la epidermis y el estrato córneo, al actuar como elemento cubriente y que retiene la hidratación en las capas de la piel. Así, la piel se va resecando y la barrera de la piel está más sensible y propensa a inflamación, situación que agrava algunas condiciones como acné, eczema, rosácea, psoriasis y dermatitis atópica. Incluso una piel normal nota molestias como piel que se deshidrata, cuando antes no sucedía.
Todos estos signos, nos indican que es momento de revisar lo que estamos haciendo.
Limpieza: cambiar a productos más suaves
Si bien en verano podíamos utilizar limpiadores muy espumosos para controlar el exceso de sebo, el clima frío y la baja drástica en los niveles de sebo producido nos indican moderación. Limpiar si, pero eligiendo limpiadores que no resequen nuestra piel ni la dejen tirante pues lo principal es mantener la barrera de la piel sana y no estimularla más de lo que las condiciones climáticas o ambientales lo han hecho.
Es en esta época donde podemos cambiar del limpiador en gel a un limpiador acuoso tipo leche, o elegir limpiadores con bajo nivel de espuma o que contengan ingredientes como Glicerina o Urea, para mantener la piel humectada.
No olvides la doble limpieza cada noche!
Ingredientes que serán los mejores amigos de nuestra piel
Ya nos alejamos un poco de ingredientes que controlen sebo, de matificantes, de arcillas. Ahora es tiempo de nutrir, hidratar y calmar la piel para que mantenga su salud. Tanto piel seca como mixta se puede ver beneficiada del uso de ceramidas, colesterol, alcoholes y ácidos grasos, más glicerina para reparar y proteger la barrera de la piel y retardar la pérdida de agua trans epidermal. El aloe vera, la miel, la urea , el ácido hialurónico y la glicerina son buenos ingredientes para humectar la piel (retener la hidratación ya presente en la piel).
Si tu piel es seca, o tienes condiciones como dermatitis atópica o eczema, incluir estos ingredientes en tus productos, ayudarán a calmar la picazón de tu piel, además de darle una sensación más suave: siliconas, castor oil, propylene glycol, colesterol, vitamina E, squalene, ceramidas, aceite de jojoba, aceite mineral, triglicéridos y otros. Son básicos para ayudar a tu piel a mantener la humectación y algunos protegen la piel como oclusivos, que también aconsejo tener a mano en tu rutina, pues previenen o evitan la pérdida de agua (la vaselina es el ingrediente oclusivo más efectivo).
Si tu piel es grasa, añadir hidratantes y emolientes basta para mantener la hidratación en tu piel. No necesitas más que eso.
También es recomendable que, dependiendo de tu piel, añadas ciertos aceites a tu rutina, pues si contienen Omega 3 y 6, podemos ayudar a reparar la barrera (aunque ideal también sería consumir más alimentos ricos en estos ácidos grasos). Estos ácidos los puedes hallar en aceites como el aceite de onagra, de pepita de uva, germen de trigo y aceite de perilla. Para más información sobre aceites, ácidos grasos y el que mejor va para tu piel, lee este post de Raquel → ¿Son todos los aceites iguales? | Ácidos grasos.
Pero no todo es hidratar y humectar, también hay que calmar la piel, para reducir la inflamación y daños posteriores. Ingredientes calmantes en cosmética coreana hay muchos, pero los más famosos y probados son estos:
- Vitamina B5 o Pantenol - Vitamina B3 o Niacinamida - Avena Coloidal
- Bisabolol y Guaiazuleno - Alantoína - Regaliz
- Caléndula - Té verde (Camellia Sinensis) - Beta-Glucan
Evitar duchas con agua caliente
El agua caliente hace que la hidratación en la piel se evapore rápidamente y, si no contrarestamos esa situación humectándola pronto, la piel se deshidratará, resecará y agrietará. Cuando esto sucede, la piel se sensibiliza más, haciendo que experimentemos sensación de irritación y picor.
Controla la temperatura en la que te duchas, evita los baños de tina -especialmente con bombas de burbujas- , cambia el jabón por aceites de ducha o un limpiador hidratante de pH piel, y para la hidratación post ducha, ten a mano una crema rica en Urea y ácido hialurónico.
Usa un humidificador
El humidificador no sólo ayuda a que tosas menos si estás resfriado. Si tienes piel que se reseca muy rápido o que pierde hidratación por la calefacción en tu hogar o en la oficina, un humidificador ayudará a aumentar la humedad del ambiente. La piel con rosácea se suele enrojecer sin esfuerzo, así que el tener un humidificador en el ambiente ayudará a calmar la piel y bajar la temperatura de la piel.
Potencia tu hidratante
Esa crema que tanto te gustaba en verano, ahora se queda corta, ¿verdad?. Ahora en estos tiempos de Pandemia y escasez no estamos para botar ni gastar demasiado, asi que, ¿que tal si haces una mejora a tu rutina?.
Prueba añadiendo un aceite facial en tu rutina, ya sea aplicándolo antes de tu hidratante, o añadiendo unas gotas a tu hidratante favorito. Más aporte de humectación a una piel que lo necesita.
¿Y si te aplicas una mascarilla muy cremosa? ¿Y si tienes tu bruma favorita cerca?. Cualquiera de estas medidas sirve para dar un aporte extra de hidratación a tu piel que tanto lo necesita.
Exfoliación: menos es más
En esta época de piel expuesta, la irritación e inflamación son
pan de cada día, y es por ello que lo mejor que podemos hacer, es exfoliar menos, y elegir una forma menos irritante.
Es por ello que hay que decirle adiós a exfoliantes de gránulos, abrazar la existencia de los peeling gel y de exfoliantes químicos adecuados a nuestra piel, siempre manteniendo el control de cuánto puede tolerar nuestra piel y de hidratarla bien posteriormente.
No olvides las manos y los labios!
Con el frío lo primero que suele sufrir además de la piel del rostro, son las manos y los labios. ¿Quién no recuerda sufrir de labios y manos partidas en invierno?.
Y ahora con la situación del covid-19 a nivel mundial, las manos están expuestas a una constante agresión al ser lavadas frecuentemente, con aplicación de alcohol gel y jabones que para desactivar al virus, tienen que ser muy fuertes y resecantes.
Cremas de manos con urea, ácido hialurónico, ceramidas y mantecas vegetales, además de la siempre confiable vaselina, son lo mejor para restaurar la barrera de la piel de nuestras manos.
En el caso de labios, recuerda siempre usar un bálsamo labial o aceite labial, especialmente antes de ir a dormir.
Bloqueador solar, siempre.
¿Qué?...¿acaso creías que por la baja radiación del invierno te iba a decir que podías saltarlo?. Buen intento 😂. No, la protección solar debe ser aplicada todos los días del año, aunque llueva. Sólo de esa forma mantendrás la piel en buen estado, protegida contra agresiones tan importantes como radiación Uv, radicales libres y contaminación, ya que los antioxidantes presentes en las fórmulas coreanas tienen la capacidad de neutralizar ese daño antes que suceda.
Con todos estos tips, ¿crees que ya estás listo para enfrentar el frío de mejor manera, y proteger tu piel? Espero que si! por una piel sana!
Y si llegaste acá, te quería dar gracias.
Este Blog ya cumplió 6 años desde que lo creé y hace poquito llegó a los 3 millones de visitas. Sin ustedes, nada de esto habría sido posible, gracias por leerme y apoyarme todos estos años!.
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